Soledad. A algunos les aterra, otros la adoran.
Las maravillas de estar sólo a veces son abrumadoras, y es necesario estarlo, yo lo necesito. Adoro pasear yo sola, adoro fugarme para conocerme un poco más, adoro el silencio, el sonido de la naturaleza, de mi respiración, la paz. Me parece un regalo irme lejos, a un sitio solitario, sentarme, ver pasar el tiempo de vez en cuando y pensar, o dejar mi mente en blanco, escuchar música, caminar y sentir mis pasos sobre la tierra, respirar aire puro, ver una puesta de sol diferente cada día, abrazarme a mi misma, quererme. Me gusta cuando la necesito, y cuando no, también. A veces me gusta hablar con alguien y lo hago y cuando no, me hablo a mí misma. Me gusta disfrutar del tiempo, de la naturaleza, del pequeño momento de libertad cuando estoy a solas y sonrío, porque me siento bien, no hay mayor regalo que estar bien con uno mismo, sin necesidad del resto, me gusta lo simple, lo real, lo profundo, me gusta. No temo a la soledad, sé que jamás me quedaré sola del todo porque me tengo a mi, y disfrutaré siempre de ello, disfruto de cada momento y eso es hermoso, disfruto de un libro, de un tiempo de relax en una cabaña en medio del bosque, de un paseo interminable, disfruto de observar la lluvia, de una flor, del mar, de conocer cosas nuevas, disfruto!!
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