Mis oídos sacaron una historia de la tierra. Un reacio regalo del Señor Viento... La cogí antes de que él reconsiderara la idea de no volver a contarla nunca. Y yo os la cuento ahora.
El Señor Viento (vamos a considerarlo como nuestro héroe) se rompió en dos, sintió de repente una punzada de dolor, de tristeza, al ver que el césped del campo había ennegrecido y muerto.
Pero la tristeza en un momento se fue y se convirtió en asombro. Su corazón cambió su fuerza y su dirección. Sólo hizo falta echar un vistazo a su cara para poner a funcionar sus sentimientos.
La Señorita Fuego danzaba sobre el campo, sus suaves y negros pasos sólo hacían a la Naturaleza más caótica, aunque era increíblemente refinada.
Su escarpado vestido naranja deslumbraba la vista y su olor se elevaba ante él. Él estaba ante las sombras que provocaban sus luces. Parecía que el Señor Viento se había enamorado...!
El noble Viento ya no pudo resistirse más, se balanceó nervioso y voló bajo con su aliento más ligero, llegó a tocar su núcleo. Esto calentó el corazón del Señor Viento y sus esperanzas de amor crecieron. La Señorita Fuego se iluminó delicadamente ante la amable caricia del Señor Viento, entonces él la abrazó más con su brisa amorosa. Pero sus ráfagas repentinas fueron demasiado, entonces ella dio un grito y desapareció, ya no estaba allí...
El Viento del mundo se calló, se paró. El Señor Viento luchó para no creerlo, por no creer que su nuevo corazón había cesado de quemar. Él mismo había causado la muerte de su amor verdadero y sabía que no iba a volver...
Y ahora ya tenéis todas las piezas del triste cuento del Señor Viento...
El Señor Viento (vamos a considerarlo como nuestro héroe) se rompió en dos, sintió de repente una punzada de dolor, de tristeza, al ver que el césped del campo había ennegrecido y muerto.
Pero la tristeza en un momento se fue y se convirtió en asombro. Su corazón cambió su fuerza y su dirección. Sólo hizo falta echar un vistazo a su cara para poner a funcionar sus sentimientos.
La Señorita Fuego danzaba sobre el campo, sus suaves y negros pasos sólo hacían a la Naturaleza más caótica, aunque era increíblemente refinada.
Su escarpado vestido naranja deslumbraba la vista y su olor se elevaba ante él. Él estaba ante las sombras que provocaban sus luces. Parecía que el Señor Viento se había enamorado...!
El noble Viento ya no pudo resistirse más, se balanceó nervioso y voló bajo con su aliento más ligero, llegó a tocar su núcleo. Esto calentó el corazón del Señor Viento y sus esperanzas de amor crecieron. La Señorita Fuego se iluminó delicadamente ante la amable caricia del Señor Viento, entonces él la abrazó más con su brisa amorosa. Pero sus ráfagas repentinas fueron demasiado, entonces ella dio un grito y desapareció, ya no estaba allí...
El Viento del mundo se calló, se paró. El Señor Viento luchó para no creerlo, por no creer que su nuevo corazón había cesado de quemar. Él mismo había causado la muerte de su amor verdadero y sabía que no iba a volver...
Y ahora ya tenéis todas las piezas del triste cuento del Señor Viento...
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