La vida es preciosa. Todos decimos "¡Qué asco de vida!", "Qué palos nos da la vida!"... ¿Y porque lo decimos? Seguro que no es porque la vida nos ha pegado, ni porque ha puesto la zancadilla, ni porque nos ha dicho "No puedes hacer esto". La vida es todo lo que necesitamos y todo lo que tenemos, por eso estamos aquí, vivimos y la naturaleza nos da el resto, pero no podemos echarle a la vida la culpa de que nos hayan castigado, ni de que nos hayan tocado unos padres o amigos malos, ni de no tener amigos, ni de nuestra propia actitud, ni de malas situaciones, la vida no tiene la culpa, ella preciosa, la mejor mujer que os encontraréis. Y por supuesto, está su mayor enemiga: una mujer oscura, fría, ella sí que tiene la culpa, pero solo de una cosa, ella se lleva a las personas que queremos, incluso a nosotros mismos, algún día sucumbiremos y la abrazaremos, su aliento frío nos tocará y quién sabe lo que pasa luego. La muerte.
Pero aún así, el resto no es culpa de ninguna de las dos, el resto es por culpa de la gente mala, de la gente que nos trata mal. O de nosotros mismos, no se puede tomar siempre un buen camino, ni la decisión acertada, somos todos nosotros los que provocamos dolor, a los demás y a nosotros mismos, y los demás a ellos y a nosotros, provocamos las malas situaciones, las peleas... hay maldad dentro de algunos, bondad dentro de otros, compasión dentro de otros... y así continuamente, cada unos lo hace como quiere, pero desde luego, la vida no tiene la culpa, repito:
LA VIDA ES PRECIOSA!
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